Vamos a chusmear un poco. Shakira quería que su empleada le cocinara en
medio de la noche, eso dicen algunos titulares que vienen desde lejos. A
la luz de lo que actualmente se habla sobre ella, podríamos interpretar
esa frase como una pauta de que podría tener antojos nocturnos, propios
de embarazada. A eso le podemos sumar un viaje misterioso que hizo a
París hace un par de semanas y le daremos un toque más de sospecha. En
París se tomó una foto de los hombros para arriba, evitando mostrar su
figura, por lo que muchos sospechaban que algo ocultaba. Pero esto lo
podremos decir si nos dejamos llevar por esa especie de ansiedad que se
huele por saber si finalmente está embarazada, tal como insisten los
rumores.
El punto es ver cómo una misma afirmación puede tener más de una lectura
si se cambia su contexto. En realidad, hace algunos días el mundo se
enteró que Shakira pedía que le cocinaran de noche a raíz de una
demanda judicial de una exempleada, que la acusaba de antojadiza y
despótica. Fue algo que sucedió hace mucho tiempo y no ahora, cuando se
habla sobre su posible embarazo. De hecho el problema es más grave
porque la colombiana acusa a esta exempleada de haberla querido
chantajear.
La ansiedad por ciertos temas (el embarazo de Shakira, el casamiento de
Pitt y Jolie, las joyas que supuestamente robó Moria Casán en Paraguay)
hacen correr a muchos. Así se generan situaciones imaginarias a partir
de hechos que tienen lecturas del más diverso tipo. Como se vio en el
ejemplo, una demanda de una exempleada sobre algo que ocurrió el año
pasado se puede convertir en una pista de un supuesto embarazo, sin más
justificación que las ganas de decir "Shakira está embarazada". A partir
de esos giros todos terminamos hablando (es cierto que en
conversaciones triviales que no nos afectan demasiado). Y mientras
tanto, en otra parte del mundo Shakira está en sus cosas, vaya uno a
saber cómo, lejos de todo eso.
Fuente: elpais.com.uy
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