Se trata del proceso en el que dos exempleados demandaron a la artista por presunto despido injusto.
En el hogar de la cantante barranquillera reina la felicidad. Acaba de nacer su primer hijo, Milan, que aún no ha sido mostrado a la prensa y quien es la sensación en las redes sociales y en las revistas del corazón; su esposo, el futbolista Gerard Piqué, es uno de los baluartes del Barcelona de España, el mejor equipo del planeta.
En apariencia solo hay hechos positivos. La cantante acaba de salir del hospital donde tuvo su bebé y fue a su casa a comenzar su nueva etapa de madre. Por ahora no estará pendiente de otra cosa que no sea de Milan. Sin embargo, a 12.000 kilómetros de allí, más exactamente en la Fiscalía General de la Nación, en Bogotá, sigue vivo un proceso contra ella por presunta injuria y calumnia. Se trata de una acusación interpuesta por Divier Hernández y Maritza de Ávila quienes trabajaron con ella durante 11 años.
Divier (quien era su conductor y asistente de cocina) y Maritza (ama de llaves) pretenden que la artista les pague lo justo después de haber sido despedidos, según su versión sin justa causa. También exigen que Shakira se retracte públicamente después de que uno de los abogados de la artista los calificó de “difamadores y extorsionistas”.
El caso, que tiene un proceso penal en Colombia y otro laboral en España, ha llegado a tal nivel de importancia para la justicia que el propio fiscal Eduardo Montealegre ordenó que fuera la vicefiscalía, en cabeza de Jorge Perdomo, la que vigilara el proceso.
Según voceros de la entidad, el traslado al despacho del segundo funcionario más importante del ente acusador, tiene el propósito de imprimirle plenas garantías e imparcialidad.
Un tema que, si bien por estos días no distrae a la cantante, no deja de ser incómodo para ella quien ha dado muestras de tener un corazón grande con los necesitados y de tener una humanidad sin límite.
La historia se remite al 17 de agosto de 2012. En esa época, el abogado Abelardo de la Espriella apareció en los medios con la noticia según la cual Divier y Maritza lo contrataron para que los defendiera de un supuesto atropello por parte de la cantante. Su argumento es que fueron despedidos después de que Divier se negara por cansancio, en la madrugada de mayo de 2012, a prepararle una comida que había solicitado la barranquillera.
Según la denuncia, Shakira los amenazó con despedirlos. Dijeron que seis días más tarde otra empleada de Shakira llegó al apartamento de la pareja con un documento de renuncia a sus derechos laborales y la aceptación de 6.000 dólares como indemnización por los años de trabajo. Ellos decidieron no firmar ni recibir el dinero. Días más tarde fueron expulsados de la casa donde vivían.
Regresaron a Colombia sin un peso y de inmediato contrataron un bufete de abogados que no dudó en interponer la denuncia en la Fiscalía. Al mismo tiempo interpusieron un proceso laboral contra la cantante en España del que esperan recibir 150.000 euros porque consideran que es el valor justo por los cerca de 11 años de trabajo al lado de ella.
De la Espriella recordó que el año pasado el abogado de Shakira se comunicó con Joaquín Fábregas, el abogado de la causa laboral en España, para ofrecer el pago de 100.000 euros en cuotas durante un año como indemnización a la pareja, oferta que no fue aceptada. Así las cosas y el proceso laboral continuó su marcha en un despacho judicial de Barcelona.
Este pleito se suma al ya conocido y en el que el exnovio de la cantante, Antonio de la Rúa, interpuso en noviembre pasado. Se trata de una demanda en la Corte Suprema de Nueva York en la que exige el pago de 100 millones de dólares como compensación por su trabajo como representante y director de mercadeo de la carrera musical.
Como lo reveló la revista Semana en noviembre pasado, en la demanda De la Rúa acusa a su ex que le reconozca su honorario del año 2011 y su participación de las futuras ganancias de la “marca Shakira”.
La barranquillera habría reaccionado y lo denunció por, presuntamente, haber tomado “fondos de la empresa de forma inapropiada”. Con todo, serán los abogados de la artista los que se entenderán de estos temas porque a ella nadie por ahora la sacará del bello momento que vive al lado de su hijo Milan.
Fuente: semana.com