 La relación de una década que concluyó en buenos términos en enero de 2011, cuando decidieron continuar como dupla profesional, se quebró. Mientras ambos formaron nuevas parejas y esperan hijos para este verano, ella niega que haya existido una sociedad y él le inició en la Justicia neoyorquina una demanda millonaria. Una historia de amor, negocios y traiciones.
La relación de una década que concluyó en buenos términos en enero de 2011, cuando decidieron continuar como dupla profesional, se quebró. Mientras ambos formaron nuevas parejas y esperan hijos para este verano, ella niega que haya existido una sociedad y él le inició en la Justicia neoyorquina una demanda millonaria. Una historia de amor, negocios y traiciones.
MIAMI. Agosto de 2010. Aunque el 
comunicado que firmarán de manera conjunta cinco meses más tarde en 
Biarritz confirmando su separación dirá que ésa fue la fecha en la que 
Shakira Isabel Mebarak Ripoll (35) y Antonio de la Rúa (38) pusieron fin
 a su noviazgo de casi once años, ellos aún están juntos. Shakira está 
en el clímax de su carrera y ya tiene la mirada puesta en Europa. En el 
shooting de su hit Waka-Waka conoció al futbolista Gerard Piqué (25), 
hoy su pareja y futuro padre de su primer hijo, que nacerá en enero 
próximo. Pero es agosto de 2010, y si bien enfrentan rumores de crisis, 
Shakira y Antoñito se muestran cariñosos y unidos.
Ella acaba de presentar su perfume, “S”, tras un contrato con la firma 
Puig, y está en plena rueda de promoción de su exitosa gira Sale el sol,
 que la llevará por cuatro continentes. Esta periodista la encuentra en 
el prestigioso Biltmore Hotel de Coral Gables, Florida, y le pregunta 
por Antonio, a quien la cantante saludará con un beso apasionado cuando 
lo vea entrar en la habitación.
–¿Cuánto del crecimiento que experimentó tu carrera en la última década tiene que ver con Antonio?
–Muchísimo. Como abogado, se ocupa de todos mis contratos. Es mi socio en mi carrera, y eso para mí es mucho más importante que tener con él una sociedad conyugal.
–Muchísimo. Como abogado, se ocupa de todos mis contratos. Es mi socio en mi carrera, y eso para mí es mucho más importante que tener con él una sociedad conyugal.
SHANGAI - PUNTA DEL ESTE. Diciembre de 2010. El mail, tipeado 
desde un hotel de China, ponía fin a esa pausa que habían decidido 
tomarse. Shakira no pasaría fin de año con Antonio en La Colorada, en 
José Ignacio, sino cantando en Nanjing. “Amor, estoy viendo a Piqué. 
Siempre existe el riesgo de una foto (...); nos haría mucho daño –habría
 escrito ella– . Tenemos que hacer un comunicado que explique que 
terminamos pero seguimos trabajando juntos”, según asegura un amigo de 
Antonio. 
BIARRITZ. Enero de 2011. Se sella a orillas del Cantábrico: La 
Colorada y el pent-house de Nueva York quedarán en poder de Antonio. 
Shakira mantendrá las propiedades en Colombia, Miami y Bahamas (donde es
 dueña de parte de una isla). El plan es seguir trabajando juntos, al 
menos en una primera etapa “de transición”. Hasta ahí, De la Rúa era 
presidente de todas las compañías en torno a la marca Shakira, desde 
donde se cierran los contratos con la discográfica Sony, con la 
productora Live Nation y con Puig, entre otras. Tenía plenos poderes. 
“Era el negociador final con terceros”, definen desde su entorno.
La decisión de poner punto final a su relación los encuentra en mitad 
del tour, antes del comienzo de la etapa latinoamericana. “Hablamos de 
contratos por 300 millones de dólares, que requieren una estructura de 
negocios. Era muy importante que todo el mundo sintiera que ellos aún se
 entendían bien. Y además, seguía siendo así”, explica la misma fuente. 
Deciden seguir trabajando con el mismo porcentaje de distribución: un 
10%, que al ajustarse al éxito sobre todos los contratos, ronda el 18%.
La conclusión es el documento dirigido a sus “amigos y allegados” que 
firman el 10 de enero: “Durante casi 11 años de relación nos hemos amado
 profundamente, cuidado y acompañado. (...) Desde agosto del 2010 y de 
común acuerdo, nos estamos tomando un tiempo aparte en nuestra relación 
amorosa aunque hemos continuado trabajando juntos (...). Seguimos 
constituyendo una pareja en lo profesional. Antonio continúa llevando 
todo lo relacionado con mi vida artística y mi carrera tal como lo ha 
hecho siempre. Seguimos como socios y en constante comunicación. Nuestra
 amistad y entendimiento son indisolubles e incorruptibles”.
En poco tiempo aparecieron esas primeras fotos, y la estrella, que se 
radicó en Barcelona, forjó una sólida relación con el delantero 
blaugrana, con quien tendrá un varón en dos meses. Antonio también 
volvió a enamorarse: en agosto de 2011 conoció en Ibiza a la DJ y ex 
Miss Mundo colombiana Daniela Ramos, con quien hoy también espera su 
primer hijo: será mujer y nacerá en marzo.
Lo que no está claro es por qué una pareja que se separó en tan buenos 
términos y que incluso mantuvo su sociedad comercial más allá de su 
ruptura sentimental terminó bajo un fuego de demandas cruzadas en varios
 tribunales del mundo, cuya última escalada ha sido la que interpuso el 
hijo del ex presidente ante la Corte Suprema neoyorquina. El documento, 
con fecha 20 de noviembre de 2012,
al que GENTE tuvo acceso, consta de 49 fojas en las que De la Rúa acusa a
 Shakira de haber quebrado el acuerdo de palabra que los asoció. Basada 
en comprobantes de ingresos e emails, la cifra superaría con creces los 
cien millones de dólares. Aunque ninguno de los dos habla en esta nota 
–por recomendación de sus abogados–, sí lo harán, en estricto off the 
record, allegados a ambas partes. 
PUNTA DEL ESTE. 7 de marzo de 2011. Shakira arrancó en la 
Argentina su gira latinoamericana y ahora tiene un concierto en el 
Conrad. Aunque pasará la noche allí, asiste con su familia y equipo al 
cumpleaños de Antonio, en la casa que compartieron. 
El la acompañará 
durante el tour pero sólo como socio. Ya no comparten hotel ni auto. 
Desde el entorno de Antonio aseguran que después de Biarritz cada uno 
comenzó a pagar sus cuentas por separado. Desde el de Shakira, que él 
tenía una extensión de la tarjeta de crédito de la cantante, que siguió 
usando hasta que ella se la cortó, tres meses después.
En los comienzos de su relación, Piqué le hace a su novia planteos 
telefónicos por celos desde Barcelona. “Estaban muy metidos y es obvio 
que te joroba que tu mujer siga viajando por laburo con su ex y que él 
siga teniendo peso en sus decisiones. No lo soportaba”, dice un 
allegado. Para evitarlo, Antonio no sigue a Shakira en su gira por 
Europa; dejan de comunicarse directamente, aun por mail. El interlocutor
 sería desde entonces Aíto de la Rúa, quien se había
desempeñado como jefe de prensa de su cuñada desde 2004, y seguirá 
haciéndolo hasta febrero de 2012.
NUEVA YORK - BARCELONA - BUENOS AIRES. Fines de octubre de 2011. 
Desde Buenos Aires, Ezequiel Camerini, un abogado argentino que Antonio 
conoció a través de Fernando de Santibañes, encargado en su momento de 
administrar la propiedad esteña, llama a su ex cliente por teléfono: 
“Estuve hablando con Shakira –le dice–. Me informó que es hora de dar 
por finalizada la sociedad. Me dijo que te transmitiera que está muy 
agradecida”.
A Antonio le pareció lógico. “Le contestó al abogado que pensara en un 
acuerdo económico que considerara que estaba dejando una compañía armada
 y cientos de millones a cobrar como producto de sus ideas”, confió a 
GENTE una fuente cercana al hijo del ex presidente. Pero Camerini le 
habría explicado que negociar no estaba en los planes de su ex. “Vos 
firmaste en 2005 una capitulación por la que dejaste en claro que la 
relación sentimental por sí misma no da derechos económicos a ninguna de
 las partes”, dicen que dijo el abogado.
De la Rúa rompió el pacto de no comunicarse en forma directa; le 
escribió un mail a Shakira: “Escuchame, ¿estás loca? ¿Cómo no me 
llamás?”. La cantante jamás respondió. La colombiana siempre reconoció 
ante propios y ajenos el lugar de su ex en el despegue de su carrera 
internacional. “Justo después de empezar su relación, en 2002, ella 
salió muy perjudicada después de la gira Servicio de Lavandería. Su 
manager de entonces le había prometido que ganarían 30 millones, pero 
terminó debiendo cinco”, contó la misma fuente. Por entonces, empezaron a
 planear esa carrera en sociedad de la que hablaba la propia Shakira. El
 2004 es el año que De la Rúa señala en la demanda que presentó ante la 
Corte neoyorquina, como el del inicio de ese “pacto verbal” por el que 
él convocó a familiares y profesionales de su confianza para trabajar en
 la carrera de su novia. “Antonio recomendó incluso la incorporación de 
Sisi Kursman, quien sigue siendo hasta hoy la manager de Shakira”, contó
 alguien que conoce de cerca el tema.
 
Tras el éxito del tour Hips don’t lie (2008), la cantante se toma un año
 sabático. “Antonio le dijo que era el momento para cerrar todos los 
deals de por vida. Negociaron el contrato con Puig y con Live Nation, de
 donde provendrá el 90% de los ingresos de sus siguientes tours. Todo 
está garantizado: se cumplen los plazos, y ella cobra”, explicaron.
GINEBRA. Abril de 2012. Seis meses después de aquella charla con 
Camerini y –sostienen desde el entorno de Antonio– sin que ni el letrado
 ni Shakira respondieran a sus intentos por llegar a una solución 
conjunta, De la Rúa interpone un recurso en Suiza para que proteja los 
activos de una cuenta que la sociedad tenía en ese país. Se abre un 
expediente para analizar el caso. La cantante presenta ante el juez 
interviniente una declaración jurada donde ella y sus empleados 
desconocen la sociedad entre ambos, expresando que el comunicado de 
Biarritz para sellar la separación fue un favor de ella hacia su ex, que
 la presionó para obtener su firma. También presenta una demanda en 
Bahamas, alegando que De la Rúa tomó bonos que no le correspondían, y en
 Uruguay, donde le exige una rendición de cuentas sobre la casa de José 
Ignacio. “Entendemos que la estrategia del abogado de Shakira es demorar
 la causa con la pelea por la jurisdicción. ‘Si Antonio quiere pelear, 
le vamos a hacer juicios en todo el mundo’, parece decir. Shakira no 
entiende de contratos ni de propiedad intelectual y puede que este 
abogado que trabajó tanto tiempo con Antonio le esté llenando la 
cabeza”, consideran en el círculo del ex sushi.
NUEVA YORK. 20 de noviembre de 2012. Antonio de la Rúa presenta 
una demanda ante la Justicia local contra Shakira Isabel Mebarak Ripoll,
 conocida profesionalmente como Shakira, pop star global, para 
“recuperar su parte de los beneficios pasados y futuros de la sociedad 
de negocios que conformaron al elegir unir sus talentos para expandir la
 marca Shakira más allá de su relación sentimental”. Se habla de cien 
millones de dólares, pero la cifra podría ascender sustancialmente. La 
mayoría de los casos en este distrito terminan en acuerdo extrajudicial.
 Pero Shakira no quiere ni escuchar hablar de negociación. “Está muy 
dolida. Ellos mantuvieron la sociedad después de su separación, hasta 
que entendieron que no funcionaba. La remaron juntos y ella le pagó 
durante mucho tiempo: Antonio se hizo millonario con las comisiones de 
los últimos siete años. Para ella sería más fácil llegar a un acuerdo. 
Pero no quiere. Ya no es un tema de plata”, dice alguien cercano a la 
cantante, que agrega que tampoco ve sustento en la demanda, cuando la 
máxima prueba de la sociedad que los unió “es un e-mail donde ella dice 
que seguirán siendo partners”.
“Antonio intentó hasta último momento comunicarse con ella. Hace dos 
semanas le mandó el último mail. ‘Atendé el teléfono y hablemos, porque 
esto puede ser una pelotudez’, le pidió. Pero ella no contestó. El 
también está dolido. Tiene su empresa en Nueva York –la compañía de 
inversión y bienes raíces G2– y le va muy bien. Quiere dar vuelta la 
página. Pero cree que Shakira ganó mucho dinero generado por los dos, y 
que no merece que lo saquen de una patada.
Sólo busca que sean justos con lo que fue un esfuerzo compartido”, dicen
 del lado de él. “La estrategia de Antonio es asustar para negociar. Y 
ella no lo va a aceptar. No lo quiere alimentar más. Espera un hijo, 
graba un disco, será jurado en The Voice. Está pasando por un gran 
momento. Pero le duele la traición”, agrega un allegado a la cantante.
Alguien que conoce muy bien a ambos da la clave final: “No pelean porque
 sí, ni por orgullo. Ninguno de los dos es ingenuo en ese sentido. Son 
empresarios y hay 300 millones en juego”.
Fuente: gente.com.ar
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario