Shakira apareció con un nuevo look en la entrega del Balón de Oro
2011. En muchos foros se criticó, en otros se alabó. Se fantaseó con
"una Marilyn Monroe años veinte", pero lo que exponía Shakira era ese
larguísimo traje rojo coronado por dos torrecillas que jugaban en el
pecho. Es otro signo de los tiempos. Donde antes había silicona, ahora
hay solo tela. Donde había tatuajes, hay miradas enamoradas. Lo bueno
del caso del millón de senos es que ahora con la pobreza parece que
vuelve la naturaleza.
Fuente: elpais.com
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